viernes, 6 de marzo de 2009

Ojo con el paquete anticrisis
Los dueños del capital estimularán a la clase trabajadora a comprar más y más bienes, casas y tecnología, empujándolos a tomar más y más créditos caros hasta que su deuda devenga en impagable. La deuda impagable va a llevar a los bancos a la quiebra, los que tendrán que ser nacionalizados, y el Estado tendrá que tomar el camino que eventualmente lo lleve al comunismo”, Karl Marx 1867.
Desde el retorno a la democracia en el 2001, el Estado ha tratado de reconstruirse, recomponiendo todas las instituciones que el régimen Fujimori-Montesinos había desnaturalizado sistemáticamente.
Para tal fin tuvieron que dar un conjunto de normas legales que posibilitaron la transparencia en el proceso de toma de decisiones y, a su vez, permitieron romper con el entrampamiento montado por la corrupción que toleraba la falta de procesos de licitación bajo el presunto criterio de “la agilidad en el gasto publico”, y obviaba toda transparencia en el manejo de la cosa pública. Esta gran destrucción del andamiaje del aparato público se hizo con la finalidad de permitir el latrocinio generalizado, lo que ya en democracia llevó a crear mega comisiones que investigaron estas malas prácticas.
Y no es verdad que los más de medio millón de empleados públicos tuvieran algo que ver con la corrupción de ese régimen, tan sólo se redujo a un puñado de funcionarios de confianza, adictos y socios de la cúpula rapaz.
Tampoco se puede generalizar que las medidas correctivas asumidas en democracia se hicieron con el propósito de establecer un régimen en que el funcionario publico se presume que se rige por los principios de “falsedad, mala fe e ilegalidad” y de ahí tratar de negar las indispensables normas de control que deben existir, y el fortalecimiento de las instituciones de control de la corrupción.
Hoy, frente a la crisis financiera mundial, el gobierno ha diseñado un Plan Anticrisis cuya finalidad es mantener la estabilidad y el dinamismo de la economía a partir de la promoción de la inversión e infraestructura, para lo cual ha remitido al Congreso un paquete de proyectos de ley para su aprobación, estos son el 3000, 3001, 3002, 3003, 3012, 3016, 3032 y 3044.
El gobierno no debe dar como argumento central para la aprobación de sus iniciativas que existe una “muralla legal obstruccionista” que supuestamente justifique crear un “Régimen de excepción para la ejecución de los proyectos más importantes de infraestructura en el ámbito nacional” contenidos en el DU 47-2008 y 010-2009 y de esta manera intentar evitar el sistema de control publico.
Bienvenidas las políticas anticrisis pero no al margen de las instituciones y sistemas de control, que eso es el antisistema.
Luis Gómez Cornejo Columnista

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