jueves, 24 de septiembre de 2009

SEATTLE EN LA OROYA

Seattle en La Oroya
Dicen que la ecología fue fundada en 1869 por el alemán Ernst Haeckel, autor de “Morfología general del organismo”.

Eso es mentira.

La ecología, que es una rama de la poesía y una hermana de la filosofía, la fundó, sin saberlo, el famoso jefe Seattle, de las etnias Duwamish y Suquamish.

El jefe Seattle le escribió en 1855 una famosa carta al presidente de los Estados Unidos de aquel entonces, Franklin Pierce. En ella reflexionaba sobre el extorsivo ofrecimiento de los blancos depredadores de comprarles las tierras a los indios Duwamish y Suquamish.

Esas tierras estaban al oeste de Washington y, claro, terminaron en manos de quienes estaban dedicados a expandir la frontera de los Estados Unidos y a exterminar a todos aquellos que se opusieran.

El jefe Seattle era bilingüe pero la versión original de su mensaje fue pensada en duwamish, un idioma salido del tronco lingüístico Salishan.

Seattle le escribió a Pierce lo que Pizango, de haber sido brillante, debió de escribirle a Alan García. La diferencia es que Seattle no estaba contaminado por la política sino que impregnado de cielo y tierra. Por eso pudo decirle a quien gobernaba en Washington:

“Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de pensar. Para él una parte de la Tierra es igual a otra, pues él es un extraño que llega de noche y se apodera en la Tierra de lo que necesita. La Tierra no es su hermana, sino su enemiga, y cuando la ha conquistado, cabalga de nuevo...”

El otrora poderoso Seattle, derrotado por la política genocida disfrazada de colonización, vencido por rifles y telégrafos, da esta vez en el blanco:

“El hombre blanco trata a su madre, la Tierra, y a su hermano, el Cielo, como cosas que se pueden comprar y arrebatar, y que se pueden vender, como ovejas y perlas brillantes. Hambriento, se tragará la Tierra, y no dejará nada, sólo un desierto...”

Profeta amerindio, insigne hijo del agua y de los bosques, Seattle ironiza:

“La vista de vuestras ciudades hace daño a los ojos del Piel Roja. Quizá porque el Piel Roja es un salvaje y no lo comprende. No hay silencio alguno en las ciudades de los blancos, no hay ningún lugar donde se pueda oír crecer las hojas en primavera y el zumbido de los insectos...”

Y añade, en otro párrafo, estas líneas que hoy habrían entusiasmado al mismísimo Al Gore:

“Yo soy un salvaje, y es así como entiendo las cosas. He visto mil bisontes putrefactos, abandonados por el hombre blanco. Los mataron desde un convoy que pasaba...Lo que les suceda a los animales, luego también les sucederá a los hombres. Todas las cosas están estrechamente unidas. Lo que acaece a la Tierra también les acaece a los hijos de la Tierra...”

El mundo optó por Pierce y algunas chusmas irlandesas. Y dejó al jefe Seattle morir de a pocos en el intento de conservar sus tierras.

Hay que entender a Seattle para entender a nuestros selváticos, a los mapuches de Chile, a la indiada de Bolivia, a Chiapas y a Guatemala.

Seattle es nuestro jefe. Frente a él, el nazi-racismo de los imbéciles y el lobismo de las petroleras son muy poca cosa.

Por eso es que la batalla ambientalista sólo puede ser librada desde posiciones contestatarias.

Y mientras tanto, aquí, en Lima, los cabrones de Doe Run siguen pidiendo aplazamientos para cumplir con sus compromisos ambientales. Y una chusma casi irlandesa saca la cara por Doe Run y bloquea carreteras exigiendo que el gobierno vuelva a ceder ante la empresa que los ha comprado.

Seattle tenía razón cuando escribió:

“Sabemos que si no os la vendemos vendrá el hombre blanco y se apoderará de nuestra Tierra”.

La Oroya necesitaba a un Seattle y tiene miles de felipillos. El Perú necesitaba a un socialdemócrata y tuvo, rebrotado, a Alan García. García habría mandado encarcelar a Seattle. Para gloria redundante de Seattle.

César Hildebrandt
Columnista
Fuente : La Primera

viernes, 11 de septiembre de 2009

También preparan acusaciones constitucionales contra ministros Enrique Cornejo y Luis Carranza que participaron en el doloso proceso de adjudicación. Por Paita enjuician a Cayetana Aljovín La Noticia En Archivo setiembre Interes 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 En Portada Turismo en Europa Juegue Sudokus Columna del Director Aljovín en problema por el regalo del puerto de Paita. Espinoza dijo que en puerto de Paita sólo habrá inversiones mínimas. “Los piuranos no contarán con un nuevo muelle u otras inversiones, como puede creerse”, dijo. DETALLE Marisol Espinoza pidió también la formación de una comisión que investigue en el Congreso supuestas irregularidades del proceso de concesión del puerto de Paita. Tras la apresurada firma del contrato de concesión del puerto de Paita (Piura) por 30 años, la directora de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Proinversión), Cayetana Aljovín, será denunciada en el transcurso de hoy ante el Ministerio Público, por el delito de colusión, acusada de favorecer desde su cargo a la empresa ganadora Terminales Portuarios Euroandinos (TPE). Así lo anunció la legisladora nacionalista Marisol Espinoza, quien adelantó que la denuncia que presentará su bancada ante la Fiscalía Penal, se extenderá “a quienes resulten responsables” de ese acto parcializado, e igualmente acusarán constitucionalmente a los ministros que participaron en el proceso de adjudicación, como el ministro de Transportes, Enrique Cornejo y el ministro de Economía, Luis Carranza. “Todo el proceso ha estado parcializado en favor de TPE”, señaló la parlamentaria, explicando que tanto el marco legal como el cronograma de otorgamiento de la concesión los fue ajustando Proinversión a lo largo del proceso, con la evidente finalidad de favorecer a la empresa que es en realidad un consorcio que integra Cosmos, que es a su vez una subsidiaria de la chilena Neptunia. Espinoza recordó que hasta en tres oportunidades, la directora de Proinversión tuvo que cambiar las bases del contrato de concesión para facilitar que dicha empresa, que era la única postora, pueda participar en el proceso, tal como se comprueba en las circulares 38, 39 y 40 de la agencia promotora de la inversión privada. De esta manera le fue posible extender el plazo para cumplir con la carta-fianza que se exigía para firmar el contrato por un monto de 100 millones de dólares, cuando lo formal debió ser descalificarla al primer incumplimiento por ser evidente una falta de solvencia. Más grave aún es que el gobierno haya tenido que dictar normas específicas para favorecer a TPE, como por ejemplo el Decreto Supremo Nº 181-2009-EF, por el cual el propio Estado peruano constituyó un fondo de garantía para auxiliar a Terminales Portuarios Euroandinos, después que ya se le había facilitado un depósito mínimo de US$ 40 millones, que ni siquiera pudo cumplir pues su capital es de apenas US$ 10 millones. Además, nunca existió un informe previo de la Contraloría, pues el Decreto de Urgencia 047 le impidió cumplir con su función de analizar el tema de fondo como lo exige la Ley 27885, y la redujo a controlar si la documentación presentada era la correcta y si estaba bien foliada. Por todas estas razones, el proceso debió ser declarado nulo. “No se puede entregar la concesión del puerto de Paita, que involucra una inversión de 237 millones de dólares, a una empresa insolvente y con sospechas de corrupción”, señaló Espinoza.